Tres minutos de alegría

Racing jugó mal pero ganó un partido importantísimo en Rosario y quedó a 2 de Newells  en la lucha por entrar a la copa. De Olivera cerró el arco en el peor momento y luego Lugüercio fue decisivo en la victoria. En tres minutos se trajo tres puntos de oro. De yapa también se alcanzó al rojo en los promedios.

Parecía que Newell's se lo llevaba por delante y que el empate no le caía mal al pueblo académico. No era porque Racing se había tirado atrás, sino por mérito de los rosarinos que le estaban poniendo un ritmo bárbaro. Fue entonces cuando inexplicablemente los barras locales prendieron bengalas y se subieron  al alambrado y Russo se avivó y pidió parar el partido, justo en el peor momento de su equipo. Le salió bien al técnico enfriar el partido y también acertó en los cambios.  Fernández, de mal partido, fue reemplazado por Licht para equilibrar la franja izquierda y aportar mas en ataque, aunque después del cambio no se jugó mucho por esa zona, debido a que Estigarribia  había encontrado su lugar en el mundo en el costado derecho, donde Toranzo se cerraba para ser el conductor de Racing, ante el mal partido de Moreno, y Cáceres también de flojo nivel no podía contenerlo. Después Miguel puso a Lugüercio, quién le mandó un centro preciso a Hauche para que con un gran cabezazo venza a Peratta y desate la locura de la popular visitante, y luego él mismo recibió un gran pase del Pato que lo dejó solo frente al arquero y tras fallar en primera instancia, cerró el partido. Parece que el payaso rinde mas cuando entra en el segundo tiempo, cuando agarra a los rivales cansados, cuando puede desnivelar. Quedó demostrado que de titular no rinde tanto como cuando entra en el segundo tiempo: 2 goles seguidos!!!!!!, pero que difícil es seguir bancandolo a Bieler, un gran jugador, pero que cada vez es mas intrascendente.
 En líneas generales La Academia jugó mal, solo el arquero, algo de Aveldaño, algo de Hauche, mas que nada por el gol, Lugüercio y Toranzó, gran partido de este último quien se encargó de crear juego, jugaron bien. Pero se ganó una final y el sueño de coparse continua.