Mucha gente dudaba de las promesas de los dirigentes cuando se escuchaba la frase "Vamos a traer cuatro refuerzos de jerarquía". Es cierto que el club lo necesitaba como el mismo aire para vivir y que el técnico había tomado una posición firme al respecto, pero el hincha de Racing conoce a la perfección las palabras duda, desconfianza y todavía le cuesta creer lo que tiene frente a sus ojos, ya sea la pura verdad o un espejismo creado por tantos años de mentiras y realidades distorsionadas. Pero con tres refuerzos adentro, hay que decir que tanto Rodolfo Molina como Pablo Podestá han cumplido con sus palabras, y si es verdad que quieren a un Racing ganador y grande como lo supo ser, este es un primer paso para un objetivo al que todos nos sumamos.
Es cierto que no todos fueron aciertos de la CD desde que tomó el timón del club, recordemos lo de Matthaus y algunas decisiones fallidas debido a la inexperiencia a la hora de manejar un club, pero hay que darle tiempo para sanar una institución que esta volviendo de la oscuridad.
Las campañas para incrementar la cantidad de socios, las reformas en el estadio, los contratos por mas de un años a los jugadores y la intención de comprar los pases para tener patrimonio son algunas de las cosas que se hizo bien durante este tiempo. Pero no hay que caer de nuevo en situaciones ilógicas para este momento de Racing como la ya mencionada intención de contratar a un técnico alemán o la venta de juveniles cuando se hizo toda una campaña con el lema "Los pibes no se venden".
Sinceramente no me gustó cuando Podestá dijo que no ve la hora de que se termine el mandato, espero que esta CD sepa como administrar correctamente a un club como lo es Racing y que cuando terminen estos años dejen un club de pie. Creo que se están haciendo bien las cosas, hay que seguir por el buen camino. Cuando hay que poner para traer jugadores de calidad, porque la situación así lo impone, hay que hacerlo. Cuando hay que hacer obras en el estadio o cuidar las riquezas conseguidas (caso Zuculini) también. Aunque aquí puede haber una contradicción ya que se vendió al joven jugador muy rápido, pero los 7 millones de euros le han caído muy a la acedemia. Hoy podemos empezar a disfrutar de jugadores como Bieler o Hauche, asi que hagamos temblar el cilindro frente a Central y que cuando se disperse la lluvia de papelitos y volvamos a ver los colores de la camiseta, veamos al Racing que todos deseamos para esta nueva década.
Juan Manuel de Souza
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