Goleada en el debut y futuro prometedor

  
  Racing superó a Rosario Central 3 a 0 en un partido clave por la tabla de abajo, aunque las 35 mil almas que coparon el cilindro se fueron pensando en otra cosa. 

   Cuando  amanecía el partido y los pibes de Central dominaban a gusto el juego, a alguno que otro se le cruzó por la cabeza un paisaje nublado y gris como el que había visto el torneo pasado. El visitante parecía no serlo, jugaba en campo académico y provocaba murmullos en la parcialidad local. Pero aunque Racing no encontraba la pelota, cuando la tenía provocaba destellos de que algo interesante podía llegar a venir. Bieler tuvo un mano a mano, luego de una buena habilitación de Falcón,  pero el ex Liga de Quito definió lejos. Después le hicieron un penal que el árbitro, de mal arbitraje, no cobró. Hasta Mercado casi repite su centro gol como lo hizo en el verano ante River. Si bien los de Cuffaro Russo eran algo más, como decía Capusotto "Algo esta por pasar, algo está por venir".  Primero fue Luguercio con un tiro que se metió en el primer palo luego de  un rebote (gran pase de Bieler) y después de un corner apareció Martinez con un frentazo a la red que provocó una tremenda avalancha.
   El segundo tiempo fue todo mas tranquilo y La Academia no pecó de errores del pasado y liquidó el encuentro con el tanto del goleador  tras un buen desborde del Demonio Hauche, de gran partido y haciendo algunas fantasías. Pero la gran figura fue Lucas Licht, quizá el que menos ruido hizo, pero en la cancha el que mas rindió.

La gente se llegó y se fue muy ilusionada, y encima lo de Ayala está casi cocinado y si la dirigencia cumple con la forma de pago, el defensor será presentado la semana que viene y podrá jugar frente a Gimnasia la cuarta fecha. Igualmente el hincha de Racing sabe que tiene que mirar también de reojo la otra tabla, pero claro una cosa lleva a la otra, si te escapas del descenso te encontrás peleando el campeonato y una vez que estas en un lugar cálido, con sol y el mismísimo arco iris, es lógico que la cabeza te haga pensar en otra cosa. Hasta la misma gente lo va a hacer sentir. Pero hay que ir despacio que como dice la canción "Al final hay recompenza". Pero habrá que trabajar mucho y tener los pies sobre la tierra.